Para analizar el Programa Nacional de Formación Permanente resulta pertinente ir hacia el origen, en este caso del nombre que me gustaría usar para contar lo que nos viene pasando en el grupo 22 de Nivel Primario. Cum-panis es el origen etimológico de la palabra compañero. Cómo nacieron las palabras, el camino que siguieron y los múltiples sentidos que fueron ganando o perdiendo en los singulares contextos sociohistóricos, resulta un interesante modo de ingresar a un proceso para conocerlo. La palabra compañero es muy fecunda en ese sentido. ¿Por qué compañeros? ¿Cuál es el pan que se comparte? El pan es el que hemos venido amasando durante 2014 con la harina de lo que cada escuela tiene y es, con el agua de lo compartido que une-amalgama, con el fuego de las emociones movilizadas y de la evidencia de lo que nos quema-nos duele, con la levadura de los aportes de los conocimientos construidos por instituciones cercanas-lejanas, con la sal que da sabor único y destaca lo singular, la chispa de cada escuela. El pan requiere un tiempo de amasado intenso y también un tiempo de reposo, de espera. Cada jornada institucional fue un tiempo de amasado intenso, pero también entre jornadas ocurrieron muchas cosas. Voy a contar una de ellas. Cuando desde el equipo nacional del PNFP nos invitaron a compartir relatos de experiencias escolares de nuestros territorios volqué esa propuesta a los equipos de gestión. La motivación era clara: “no se buscan acciones grandilocuentes, sino aquellas que devuelven más vitalidad a la escuela, que visibilizan, activan y renuevan fuerzas.” Así comenzaron a compartir aquellas experiencias que consideraban valiosas, que merecían salir del anonimato, que las/os enorgullecía por diversos motivos y a diferente escala. Cuando desde el PNFP hablamos de la importancia del registro, planteábamos cómo esta práctica nos daba la oportunidad de tomar distancia de lo vivido y reflexionar alrededor de ello. Aunando uno y otro objetivo, el foro virtual fue y es uno de los escenarios donde circulan relatos narrativos, presentaciones de diapositivas y videos que documentan los recorridos formativos que cada escuela está proponiendo a sus alumnos. En voces de sus protagonistas: “Gracias a los aportes del P.I.I.E. tenemos materiales para proveer a los alumnxs y que los utilicen, manifestando que ellxs "pueden" hacer cosas que se negaban a realizar. Elevar la autoestima de cada niñx es una de las metas. Estamos encaminadas y nos emociona poder mostrarlo” relata Silvana Tofanelli, directora de la Escuela José Luis Sersic reflexionando sobre el trabajo a consciencia, meticuloso, para lograr una escuela cada vez mejor, más inclusiva. “Pensar en una escuela que brinde acciones participativas, solidarias, habilitando espacios de escucha y participación que introduzca lo político y construya atributos de ciudadanía para incidir en el espacio público ha sido el punto inicial para la creación de este proyecto que data de varios años y cada vez fue tomando forma y que el año pasado pude socializar en el Congreso de Buenas Prácticas. Hoy lo quiero compartir con este hermoso grupo de trabajo” decía Nora Villarruel para invitar a conocer la Cooperativa Jorge Newbery de la escuela homónima. Se siguieron sumando videos del mismo proyecto compartidos por Graciela Dominguez, que comentaba “Qué lindo que es ver y compartir experiencias! Mirando lo que hacen otros surgen propuestas siempre interesantes!” Así el pan se ha ido amasando y compartiendo a lo largo de este año. Mientras muchas más cosas suceden en cada una de las instituciones, entre los equipos de gestión y yo nos vamos haciendo más compañeros. Maria Eugenia Lopez
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