Pensar la educación sexual desde esta concepción de sexualidad implica un
tipo de educación que parte del reconocimiento pleno del sujeto, de su cuerpo,
de sus sentimientos, de sus experiencias, condiciones de vida e interacciones
como base del trabajo pedagógico ya que busca desarrollar saberes y
habilidades para un cuidado integral, antes que modelar comportamientos.
Así, la Educación Sexual Integral en las escuelas constituye un proceso
intencional, constante y transversal, que instituye un espacio sistemático de
enseñanza y aprendizaje que comprende contenidos de distintas áreas
curriculares, adecuados a las edades de niños, niñas y jóvenes, tendiente a
que las/os estudiantes integren saludablemente su dimensión sexual al accionar
cotidiano. (Bianco, M. y Re, M. I., 2007)
De allí que tanto la Ley 26.150 como los Lineamientos Curriculares , sostengan
el enfoque integral que considera a la sexualidad desde sus dimensiones
biológicas, socio-históricas, culturales, psicológicas, afectivas, espirituales
y éticas. Esta concepción incluye las emociones y sentimientos que intervienen
en los modos de vivir, cuidar, disfrutar, vincularse con el otro/a y respetar
el propio cuerpo y el cuerpo de otras personas. Desde esta perspectiva, educar
sexualmente demanda un trabajo orientado a promover aprendizajes en los niveles
cognitivo, afectivo y ético, que se traduzcan en prácticas concretas.
Abordar la ESI implica considerar cinco
ejes fundamentales
- Reconocer la perspectiva de género a través de la identificación y la
desnaturalización de estereotipos y relaciones de poder entre los géneros.
- Respetar la diversidad reconociendo las identidades trans, no binarias y
todas las orientaciones sexuales para evitar la discriminación y
vulneración de derechos.
- Valorar la afectividad a partir de reconocer y expresar sentimientos y
emociones, para la construcción de vínculos saludables.
- Considerar a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos,
con plena capacidad para participar, hacer oír su voz y no sufrir ningún
tipo de discriminación, generando así condiciones para su efectivo
cumplimiento, e interviniendo ante la vulneración de sus derechos.
- Cuidar el cuerpo y la salud a través de la promoción de la salud y de
los derechos sexuales reproductivos de forma consciente y placentera.
Abordar la salud desde un enfoque de derecho.