Herramientas de comunicación y gestión de conflictos
Comenzar a escucharnos...
Escuchar es una actividad que realizamos habitualmente, en nuestra vida diaria, casi de forma
inconsciente. Escuchar de manera activa, no.
La escucha activa es una técnica mediante la cual no solo oímos, sino que también percibimos y comprendemos a la otra persona, fortaleciendo nuestros vínculos.
Escuchamos con nuestros oídos, nuestros ojos, nuestro cuerpo. Utilizamos nuestros gestos, palabras y lenguaje corporal para demostrar la escucha.
¿Cómo podemos comenzar a aplicarla en una conversación?
Asintiendo con la cabeza, manteniendo contacto visual, no interrumpiendo y utilizando expresiones tales como “entiendo”, “ya veo” o “lo que me querés decir es …”, son algunas maneras de lograr una retroalimentación capaz de confirmar nuestra interpretación, validar lo transmitido y mejorar nuestra comunicación.
Sin duda, poner en práctica esta técnica supone un verdadero esfuerzo y un desafío a diario. Sobre todo en espacios numerosos, como las instituciones educativas, donde son diversos los factores externos que nos condicionan. Sin embargo, nuestros propios pensamientos y actitud, muchas veces, también obstaculizan la escucha y son un buen punto de partida para trabajar esta técnica y comenzar a escuchar.
Te invitamos a responder las siguientes preguntas:
¿Pensás en tu respuesta antes de que la persona termine de hablar?
¿Te anticipás, das tu punto de vista o completás sus frases antes que finalice?
¿Suponés lo que va a decirte antes de hacerlo?
Si las respuestas fueron negativas, practicas una buena escucha activa como primer paso. De lo contrario, recuerda que escuchar es un arte que se aprende y se puede mejorar.
La escucha activa es una técnica mediante la cual no solo oímos, sino que también percibimos y comprendemos a la otra persona, fortaleciendo nuestros vínculos.
Escuchamos con nuestros oídos, nuestros ojos, nuestro cuerpo. Utilizamos nuestros gestos, palabras y lenguaje corporal para demostrar la escucha.
¿Cómo podemos comenzar a aplicarla en una conversación?
Asintiendo con la cabeza, manteniendo contacto visual, no interrumpiendo y utilizando expresiones tales como “entiendo”, “ya veo” o “lo que me querés decir es …”, son algunas maneras de lograr una retroalimentación capaz de confirmar nuestra interpretación, validar lo transmitido y mejorar nuestra comunicación.
Sin duda, poner en práctica esta técnica supone un verdadero esfuerzo y un desafío a diario. Sobre todo en espacios numerosos, como las instituciones educativas, donde son diversos los factores externos que nos condicionan. Sin embargo, nuestros propios pensamientos y actitud, muchas veces, también obstaculizan la escucha y son un buen punto de partida para trabajar esta técnica y comenzar a escuchar.
Te invitamos a responder las siguientes preguntas:
¿Pensás en tu respuesta antes de que la persona termine de hablar?
¿Te anticipás, das tu punto de vista o completás sus frases antes que finalice?
¿Suponés lo que va a decirte antes de hacerlo?
Si las respuestas fueron negativas, practicas una buena escucha activa como primer paso. De lo contrario, recuerda que escuchar es un arte que se aprende y se puede mejorar.
Para más escucha activa:
La escucha activa para generar confianza Fuente: Baró T. (2022). La escucha activa para generar confianza. [Vídeo]
Escucha activa (Programa Entorno Laboral Saludable - Gobierno de la Provincia de Córdoba)
La escucha activa para generar confianza Fuente: Baró T. (2022). La escucha activa para generar confianza. [Vídeo]
Escucha activa (Programa Entorno Laboral Saludable - Gobierno de la Provincia de Córdoba)