En la estrategia de tutoría, el/la docente deja de ser proveedor/a de contenidos para permitir que los y las estudiantes construyan un vínculo distinto, directo, con las fuentes de información, dedicándose a prestar ayuda respecto de cómo quienes aprenden van sistematizando los contenidos obtenidos.
Se enmarca en el propósito de: “Contribuir a la formación de los chicos como estudiantes, [que] implica poner a su disposición recursos y estrategias que utilizan habitualmente los que estudian en forma sistemática, los estudiantes más avanzados o los adultos que continuamos haciéndolo a lo largo de la vida, compartiendo con ellos, haciendo visibles las dificultades que se nos presentan a todas las personas en el momento de estudiar.” (Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2007, pp. 15-16)